Por qué Nueva Zelanda parece ser un país tan progresista

Por qué Nueva Zelanda parece ser un país tan progresista

Jacinda Ardern

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Image captionLa primera ministra Jacinda Ardern ha liderado la exitosa estrategia de Nueva Zelanda contra la pandemia.

«Buenas noches, pensé en conectarme y saludar a todos mientras nos preparamos para resguardarnos por unas pocas semanas», dijo la mujer neozelandesa en una transmisión de Facebook Live, en momentos en que el país se preparaba para una cuarentena de un mes por la covid-19.

Enseñó su sudadera sucia y dijo: «Puede ser bastante complicado poner a dormir a un niño pequeño».

No fue la única neozelandesa en hablar con su familia esa noche. Pero esa mujer eraJacinda Ardern, la primera ministra de Nueva Zelanda, quien había decidido -basándose en recomendaciones de expertos- empezar «temprano y con firmeza» en la lucha contra la pandemia.

Ordenó una de las prohibiciones más anticipadas y estrictas a los viajes internacionales e internos, y cerró el país por cerca de un mes desde la medianoche del 25 de marzo.

En tres años, esta mujer de 39 años ha pasado de ser una jugadora menor en el opositor Partido Laborista a una figura global en la lista de las 100 personas más influyentes del mundo de la revista Time.

 GETTY  iMAGES Image captionWellington fue clasificada como la tercera ciudad más feliz en el Informe Mundial de la Felicidad 2019 de la ONU.

Y la determinación de Ardern de medir el progreso nacional de acuerdo a objetivos de «bienestar» (aumentar los ingresos, mejorar el bienestar ambiental y social) ha sido entendida como un retorno a ese modelo.

Pero ¿cómo llegó un país tan remoto a tener una política aparentemente tan progresista?

Igualdad, equidad, honestidad

Stephen Levine, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad Victoria de Wellington, señaló en Te Ara, la enciclopedia oficial del país en internet -otro logro pionero- que los primeros colonos y políticos británicos eran defensores de conceptos como la igualdad, la equidad y la honestidad.

«En 1948, la primera profesora de Ciencias Políticas en Nueva Zelanda, Leslie Lipson, escribió que si los neozelandeses decidieran erigir un monumento como la Estatua de la Libertad, que encarnara la visión política de la nación, esta sería, probablemente, una Estatua de la Igualdad«.

«Esto reflejaba la opinión de los neozelandeses de que la igualdad (en lugar de la libertad) era el valor político más importante y el objetivo que la sociedad debía alcanzar y proteger».

A diferencia de otras colonias británicas, las islas no fueron conquistadas, sinofundadas bajo un tratado entre los maoríes y la Corona: el Tratado de Waitangi (Te Tiriti o Waitangi).

No es una constitución (Nueva Zelanda no tiene un documento escrito) sino un acuerdo para garantizar la seguridad de los colonos y, como dirían muchos, para que estos pudieran acceder a tierras y recursos.

 

Un valle en Nueva Zelanda

GETTY IMAGES Image captionNueva Zelanda no fue conquistada, sino fundada sobre un tratado entre los maoríes y la corona inglesa.

Abrumando a los pueblos indígenas y su cultura, a menudo a punta de pistola, comerciantes, granjeros y vendedores (principalmente de Reino Unido) importaron su visión de la política y el gobierno, aprovechando la oportunidad de llevar una nueva vida libre de los conflictos y prejuicios de Europa.

Los colonos se sentían con derecho al autogobierno y a que todos fueran iguales ante la ley en una sociedad que proponían fuera justa, equitativa y honesta.

También se negaron a tener una iglesia oficial: hoy día Nueva Zelanda es una de las sociedades más seculares del mundo.

Espíritu pragmático

Estos primeros colonos se encontraron con valles y montañas remotas en las que empezaron a construir sus granjas.

Rápidamente se hizo evidente que tendrían que crear o reparar máquinas a partir de cualquier tipo de chatarra.

Esta habilidad se volvió parte de la psique nacional, en algo que se conoce como la«mentalidad de alambre número 8», y que proviene de la capacidad de los granjeros en lugares remotos de usar un trozo de alambre que se utiliza para demarcar los límites de una propiedad para arreglar cualquier máquina que no funcionase bien.

Publicación de Youtube por BBC News Mundo: Las claves del éxito de Nueva Zelanda, el país que dio por eliminado el contagio de coronavirus

BBC NEWS MUNDO

El igualitarismo generó otra característica nacional. Los neozelandeses valoran la modestia y sospechan de cualquiera que se crea mejor que los demás.

Hasta el día de hoy, a los neozelandeses les gusta verse a sí mismos comopersonas prácticasque pueden lidiar con lo que les toque en suerte, con buenas habilidades para la vida diaria y cooperativas.

No es un país grande y poderoso, dice Levin, pero tiene una «atractiva imagen de sí mismo», en donde se ve como inspirador para otros, que guía con el ejemplo, el idealismo y la innovación pragmática.

Esta visión positiva hace que Nueva Zelanda se encuentrara en el puesto número ocho del índice de países más felices de la ONU, en 2019, por séptimo año consecutivo.

Tensiones

Los turistas se sienten atraídos por los variados paisajes contenidos en un espacio relativamente pequeño: bosques primarios, lagos, cataratas, fiordos, volcanes activos, manantiales de agua caliente, géiseres; playas de arena blanca y negra y glaciares.

Un paisaje de Nueva Zelanda

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Image caption  El turismo es una de las fuentes de ingreso más importantes de Nueva Zelanda.

Pero este país remoto no es tan perfecto como parece.

El acuerdo y la prominencia del te reo Maori (una de las tres lenguas oficiales del país) indican que no hay una gran tensión racial. Sin embargo, el racismo existe.

Según Paul Spoonley, sociólogo de la Universidad Massey, «las relaciones entre razas, vistas desde una perspectiva global, no son muy malas. No tenemos crímenes de odio como podrías encontrar en países europeos».

«Pero tenemos racismo diario y casual en el país y tendrías que ser muy ingenuo para pensar que no lo hay».

Las tensiones sociales y raciales surgieron a raíz de diferentes interpretaciones del tratado, que derivaron en un conflicto de 135 años hasta que el documento se transformó en ley en 1975 y se formó una comisión de verdad y reconciliación.